Pequeños y medianos productores devastados, son los restos que dejó una helada que desde hacía más de 30 años no se presentaba en esta época en la zona. La madrugada del 1 de noviembre dio inicio con tales inclemencias que provocaron que sólo reste un 20% de la producción, la cual se tratará llegue a fin permitiendo obtener, aunque sea un mínimo porcentaje de cosecha que sirva de paliativo en el desastre ocurrido.

Cabe destacar que, como en otras tantas producciones, contar con el seguro contra heladas y granizo no es un horizonte siempre alcanzable ya que se precisa que los correspondientes peritos puedan evaluar imparcialmente las pérdidas ocurridas cubriendo el acontecimiento, pero esto es verdaderamente difícil y se culmina por un seguro que no devuelve los verdaderos porcentajes perdidos.

A esta situación se le adiciona el problema ya denunciado en varias oportunidades dónde grandes bodegas que cuentan con otras en el país, se proponen vender vinos cafayateños como tal cuando no lo son. La enorme preocupación de pequeños y medianos productores, gira en torno a que a la inmensa pérdida se le apareja una competitividad desleal que evidentemente complicaría aún más la situación. En esta línea cabe destacar que existe una ley aprobada por unanimidad al respecto pero que aún no se encuentra reglamentada, por lo que urge la decidida toma de medidas por parte del Ministerio de Producción, no sólo en enviar los correspondientes inspectores a evaluar la situación, sino también en terminar con un accionar que, aunque siempre es perjudicial, en estas ocasiones firma la sentencia para productores que con mucho esfuerzo buscan permanecer en la actividad de la vid y terminan además de perdiendo su cosecha por inclemencias climáticas, sin poder obtener ganancias de lo poco que logran recuperar.

Así lo expresó Miguel Ángel Lovaglio de la Bodega del Viento – Cafayate, quién entre tanta incertidumbre y priorizando el acompañamiento al productor como presidente de una Cooperativa que busca ser sostén; también nos comentó a cerca del orgullo y alegría que significa estar entre las bodegas premiadas en la 34° Cata del Vino de San Juan, Concurso Nacional en el cual se destacó la Bodega de la cual forma parte, enalteciendo claro está su prestigio y por supuesto a la provincia de Salta ante competidores de todo el país.

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